El nombre de este accesorio es un guiño a aquel juego didáctico que tantos suspiros despertó en nuestra lejana infancia…

Al instalar anclajes químicos se hace preciso limpiar y soplar el agujero para retirar el polvo y partículas. La limpieza consiste habitualmente en un cepillado, para lo que se recurre a un cepillo especial de cerdas metálicas.

Buscando alternativas menos agresivas a las punzantes púas metálicas de estos cepillos, en los bazares podemos encontrar cepillos similares pero con cerdas de nylon. Se usan normalmente para realizar la limpieza de teteras y artículos similares.

Tomamos uno de estos cepillos de nylon, del color que mas nos guste y, con un poco de maña, lo adaptamos a nuestras necesidades concretas…

Retiramos el “horrible” mango plasticoso original y le construimos uno muuuucho mas bonito en aluminio…

Y añadiéndole una anilla metalica, de las que usamos para enganchar las llaves de casa, lo convertimos en “mosquetonable”… ¡como debe ser!

Lo ensamblamos todo con algún cemento adhesivo fuertote y… ¡a lucirlo en la próxima exploración!