En esta ilustración vemos el sistema típico de montaje de un anclaje empleando un espárrago roscado tal como se indica en el datasheet del fabricante. El espárrago queda embutido en la pared y la tuerca permite fijar luego las piezas al anclaje. Si la ilustración no nos resulta suficientemente explícita, tal vez lo veamos las claro en la siguiente fotografía:

En esencia, es igual al extremo visible de un párabolt una vez instalado. Con el extremo roscado y tuerca con la que fijamos la plaqueta. El eterno problema que nos encontramos una y otra vez es que se trata de un sistema removible. La efectividad industrial de un sistema de anclaje removible como este representa, en nuestro contexto, un invitación irresistible para los “ladruchos robaplaquetas”.

Poder sacar la tuerca cuando instalamos un anclaje permanente con una plaqueta es un problema. Seria ideal una tuerca que no pudiese retirarse. Si en lugar de un espárrago roscado y tuerca empleamos un tornillo de cabeza hexagonal, tipo DIN 933, para el anclaje químico ya no será nada fácil hurtar la plaqueta.

Este es un tornillo DIN 933 de M10x100 en acero inox A2-70. No tiene nada de especial, se trata de un elemento económico y habitual en ferreterías:

Así tal cual es perfectamente válido para realizar un anclaje químico anti-hurto con una plaqueta o chapa normal. No obstante, vamos a aplicarle una serie de pequeñas mejoras. La primera consiste en practicarle un bisel en la punta para favorecer la mezcla de la resina al insertarlo en el agujero:

Utilizando un tornillo en lugar del espárrago, una vez fraguado, es preciso reventar el anclaje para retirar la plaqueta. El hecho de que el tornillo mantenga su cabeza hexagonal puede suponer una invitación a intentar girar el tornillo con solo una llave. Si bien ello no es fácil, estos intentos de forzar el anclaje pueden deteriorarlo.

Introduzcamos entonces un grado mas de dificultad para ello. Vamos a tornear ligeramente la cabeza del tornillo para eliminar su perfil hexagonal ¹⁾ . Veamos el resultado:

Y aquí un primer plano del trabajo efectuado:

Y así se ve una vez instalado en pared:

Con esta sencilla mod en la cabeza hexagonal del tornillo evitamos la posibilidad de manipulación del anclaje, y la sustracción de la plaqueta, empleando una simple llave fija o ajustable. No obstante algún “hijo de muchos” con la herramienta adecuada podría llegar a deteriorar o dañar el anclaje en sus esfuerzos por hurtar la plaqueta…

Si…

¡¡Lo hay!!

Si tenemos buen pulso, y nos sentimos con ganas, podemos subir un grado mas el nivel de dificultad para provocar el desánimo en los “violentadores de anclajes”. Se trata de algo realmente simple:

Así quedan las dos posibilidades:

¿Cual te gusta mas? ¡Hay que testearlas!