Esta temporada hemos venido realizando una serie de actividades sutilmente hilvanadas: los "Juegos de Travesía". Un proceso ecléctico, sin prisa pero mantenido, picoteando aqui y allá en diversas disciplinas: escalada, senderismo, vivac, espéleo, orientación, cocina de montaña…

Una a una pueden parecer poca cosa pero, nada “mas lejos que La Coruña”, cuando nos servimos de todas ellas al desarrollar un proyecto concreto. Una expedición, por ejemplo.

El puente de La Hispanidad, en Octubre, es una ocasión estupenda para participar de la berrea de los ciervos en la montaña palentina. Una expedición en toda regla. Un trekking de media montaña como debe ser. Sin servicios de transporte, alojamiento o comida, sin cobertura de telefonía…

Existen paraisos asi. Durante unos días puedes disfrutar de una desconexión completa del ajetreo del día a día. Ni siquiera la radio se escucha, salvo durante las horas nocturnas algunas emisoras lejanas de onda media.

Toda tu vida va contigo en la mochila, abrigo, comida, agua… el tiempo no importa… deja que tus pasos te lleven hasta donde quieran tus piés… Solo cabe preguntarse ¿que tal se desenvolverán los pekes en su primer trekking de montaña?

La carretera nos aguarda… ¡Allá vamos!

Dejamos atrás Galicia. Un pequeño trocito de autovía, lo imprescindible, hasta la frontera y ya en tierras sanabresas recuperamos las tranquilas panorámicas de la carretera Nacional.

Evitamos en lo posible las autovías. En este viaje hemos podido sortear la frenética circunvalación de Benavente, tomando en su lugar el puente medieval y siguiendo la ruta de peregrinos. Ello invita a una parada.. un refrigerio.. unas fotos. Muchas de las fotografías que ilustran estas líneas han sido tomadas por los pekes.

El paisaje se transforma. De repente los tonos verdes han sido reemplazados por todas las variantes de ocre. El barro de la tierra se entremezcla con la paja para emerger del suelo en forma de muros, alpendres, casas… El horizonte se torna inabarcable.

A través del cristal cada pequeño detalle del paisaje es una novedad sorprendente. El viaje es tan importante como el destino.

Una plaza en un pueblo tranquilo del camino.

Unos bancos, una fuente, un gato… merendamos al cálido sol de la tarde. Este Octubre la méteo no podría ser mejor.

Reanudamos la marcha a través del sereno pasiaje castellano. Guardamos en el corazón estas hermosas estampas y viramos hacia el norte. Con las luces del atardecer comenzamos a vislumbrar sobre el horizonte las montañas que, allá a lo lejos, nos aguardan.

Antiguos caminos poco transitados. Tres días y tres noches de travesía por la montaña. Evaluamos sobre el mapa las opciones… ¿a donde llegaremos hoy?.. ¿habrá agua en las cercanías?.. ¿hallaremos donde resguardarnos?.. ¿habrá un fuego para calentar el cuerpo y el alma?…

La incertidumbre de la aventura requiere poner atención en la preparación del equipo. Hay que vigilar de cerca el peso de las mochilas y dejarse todo lo supérfluo. Pero nada importante debe olvidarse, sobre todo cuando participan pekes. ¡Y que puede ser mas importante que unos chupa-chups para celebrar el final de cada jornada!

La mañana amanece temprano.

Por un lado el día claro invita a salir al camino, y por el otro, el frio remanente de la madrugada invita a arrebujarse de nuevo en el saco. No hay prisa ni otro objetivo que el camino mismo, asi que iniciamos la jornada sin apresuramiento.

Bichos de todos los tamaños y colores, ciervos, aves rapaces, pajarillos curiosos, caballos, asnos, ovejas, vacas de extraños cuernos, arroyos con peces esquivos, lagartijas hiper-veloces… La magia está en los detalles ¡y que fascinantes resultan los detalles vistos a traves de los peke-ojos de un niño!

El valle se adentra entre las montañas. En cuanto las crestas nos ocultan el sol, la temperatura desciende considerablemente. Es el momento perfecto para que las prendas de abrigo salgan de la mochila y también disfruten del paisaje.

Los pekes se ocupan del fuego. Resultan tremendamente diligentes en reunir leña, iniciar el fuego y mantenerlo. ¡Hasta se olvidan del “chupa-chups”!..

La suerte nos ha mirado bién. Hemos tenido sol y encontramos agua. Ha hecho frio por las noches, pero encontramos refugio e hicimos fuego. Estamos contentos ¡a ver donde están esos chupa-chups!

El Martes terminamos el trekking e iniciamos el regreso a Galicia. De camino, y muy cerquita de Saldaña, un alto en el camino para visitar La Olmeda. Imperdonable no hacerlo

Personalmente ya conocía La Olmeda, debe ser la tercera, o quizás la cuarta vez, que la visito. Pero hace tiempo ya de eso (en mi anterior incursión a la montaña palentina visité La Tejada). Desde la ultima remodelación La Villa ha quedado espectacular.

No voy a comentar mucho sobre esta extraordinaria muestra de nuestro patrimonio historico. Las imágenes hablan por si mismas. Los mosaicos que decoran el suelo son indescriptibles, tanto las formas geométricas como las escenas figurativas. ¡Todo ello elaborado solo con piedrecitas de colores!

Mira la siguiente fotografía…

¿Te sorprende ver esvásticas (y sauvásticas) en estos antiguos mosaicos romanos? Tal vez te sorprenda aún mas saber que, en cierto modo, la esvástica de estos mosaicos, el trisquel gallego y el lauburu vascón ¡son parientes!

Las expresividad lograda en estas escenas de caza resulta sobrecogedora…

Y eso, por ahora, es todo… ;-D