Comencemos por el mapa.

El mapa es una representación plana de una superficie esférica, un mapa se confunde a menudo con un plano. Las siguientes imágenes corresponden a un mapa y un plano, son muy parecidos, pero no son lo mismo. ¿Podrías decir, a primera vista, en que se diferencian? (no vale leerlo en el nombre..)

Dejando a un lado la escala (enseguida hablaremos de la escala), y generalizando un poco, la principal diferencia entre un mapa y un plano es la representación del relieve mediante las curvas de nivel. En el mapa, las curvas de nivel nos dicen como es el relieve del terreno, mostrándonos alturas y desniveles. El plano no proporciona esa información.

Los mapas tienen un lenguaje propio. El lenguaje de los mapas puede resultar desconcertante al principio, parecen algo muy complejo pero no lo son en absoluto. Conforme adquirimos soltura en su manejo, interpretar un mapa resulta tan sencillo como leer un libro. Basta un poco de práctica.

La leyenda principal del mapa corresponde a su nombre o título, y número de mapa, así como una pequeña descripción de la zona representada, año de publicación y editor. También se indican la convención de signos usados en el dibujo, así como los valores de declinación magnética y convergencia de la cuadrícula de coordenadas.

Comencemos por la escala. Puesto que un mapa es esencialmente un dibujo muy reducido del terreno, la escala nos indica cuanto se ha “encogido” el terreno para poder dibujarlo. En un mismo pliego de papel podemos representar un área que abarque cientos de metros o cientos de kilómetros. Todo depende del grado de “encogimiento”. En cualquier caso la escala permite una representación proporcional de la realidad y nos permite “reconstruir” el terreno a partir de su dibujo en el mapa. Por ejemplo, nos permite estimar distancias entre dos lugares. Si en un mapa la separación entre el punto A y el punto B son tres cm, y la escala del mapa nos indica que cada cm sobre el mapa corresponde a 2 km en el terreno, una sencilla cuenta de cabeza nos permite estimar que la distancia real entre la localización A y la localización B es de unos 6 km.

Las escalas mas habituales que podemos encontrar en los mapas publicados por el IGN¹⁾ son: 1:25.000; 1:50.000; 1:100.000; 1:250.000, etc. La escala 1:25.000, por ejemplo, significa que cada unidad de medida sobre el mapa representa 25.000 unidades sobre el terreno. Las unidades pueden ser mm, cm, dm, etc. Es decir 1 cm sobre el mapa equivale a 25.000 cm sobre el terreno. Si convertimos los 25.000 cm del terreno a metros, veremos que son 250 m. Recapitulemos: 1 cm sobre el mapa equivale a 250 m sobre el terreno, o lo que es lo mismo, 4 cm sobre el mapa equivalen a una distancia de 1 km sobre el terreno. Así es mas fácil de recordar (¡pero solo para mapas a a escala 1:25.000!)

Los cuatro lados del mapa se corresponden con los cuatro puntos cardinales principales del terreno (N,E,S y W). Cuando sostenemos el mapa frente a nosotros, con la leyenda legible como si fuese un libro, la parte superior del mapa corresponde al Norte (N), el margen izquierdo corresponde al Oeste (O) (West o simplemente W en nomenclatura anglosajona), el margen derecho corresponde al Este (E) y la parte inferior corresponde al Sur (S). Los cuatro márgenes del mapa incluyen una regla de coordenadas, habitualmente en grados (º) y minutos (') sexagesimales. Algunos mapas pueden representar, ademas de las coordenadas sexagesimales, otros sistemas de coordenadas diferentes, como el sistema UTM. O incluso emplear un sistema de coordenadas diferente del sistema sexagesimal²⁾.

Hemos dicho que la parte superior del mapa se corresponde con el Norte, pero vamos a matizarlo. La parte superior del mapa se corresponde con el Norte geográfico (NG). Por que en un mapa hay tres nortes diferentes. El Norte Geográfico (NG) es el que apunta al Polo Norte del planeta, ese lugar por donde pasaría el eje de rotación de la tierra. Y no es el que nos indica la brújula.

Pincha para ver el campo geomagnetico en Wikipedia :-)

El norte que podemos estimar con la brújula es el Norte Magnético (NM) y es diferente del Norte Geográfico (NG). La diferencia entre ambos se llama declinación magnética. Se mide en grados sexagesimales, es diferente según la zona geográfica y su valor cambia de un año para otro. En la leyenda del mapa se indica el valor de la declinación (la diferencia entre el NM y el NG) para el año de publicación del mapa y cuanto va cambiando cada año. Esos datos nos permiten estimar la declinación actual para el área geográfica representada en el mapa.

No hay dos sin tres, así que en los mapas puede aparecer un tercer Norte: el Norte de Convergencia (NC). Recordemos que un mapa es una representación plana (dos dimensiones) de una superficie esférica (tres dimensiones). Ello se consigue mediante la proyección de coordenadas, pero este proceso tiene sus limites y lleva consigo cierta distorsión a la hora de dibujar el mapa.

La regla de coordenadas sexagesimales de los márgenes del mapa siguen las líneas de paralelos y meridianos que apuntan al norte geográfico, pero algunos mapas pueden incluir la cuadrícula de coordenadas UTM. Esta cuadrícula utiliza una proyección geométrica diferente. Debido a ello las líneas de la cuadrícula de coordenadas del mapa pueden no apuntar exactamente a los puntos cardinales geográficos³⁾. Esta desviación es lo que se llama convergencia de la cuadrícula o Norte de Convergencia (NC). Es muy poco probable que debamos tener en cuenta el NC, salvo que estemos realizando topografía de precisión, pero como aparece mencionado y representado en los mapas, es conveniente explicarlo, para evitar confusiones con los otros dos.

Ademas de las curvas de nivel, toponimia y accidentes geográficos mas comunes, los mapas proporciona una gran cantidad de información complementaria. Para poder interpretarla correctamente los mapas suelen incluir también en su leyenda una convención de signos y eventualmente una descripción de los usos del suelo.

Los mapas sufren un rápido deterioro con el uso de campo. Un poco de cinta adhesiva en la mochila resulta indispensable para reparar roturas y reforzar los pliegues. Un portamapas permite frecuentes consultas sobre la marcha con el mapa convenientemente protegido.

Un mapa (incluso también un plano..) se revelan en ocasiones inútiles si no tienen cerca su mas preciada compañera: la brújula:

En su expresión mas simple, una brújula esta formada por una aguja metálica magnetizada, colocada en delicado equilibrio sobre un soporte que posibilita su libre giro, con el menor rozamiento posible. Esto permite a la aguja metálica alinearse libremente con las lineas del campo magnético terrestre.

Todo el mundo sabe que la brújula indica el Norte. Bueno, pues resulta que esto no es verdad. Si no especificamos, cuando decimos Norte, nos referimos al Norte Geográfico (NG), es decir el Polo Norte, y ese no es el Norte que señala la brújula.

Entendido, debemos decir entonces que la brújula señala el Norte Magnetico (NM), ¿es correcto?.

¡Pues tampoco!

Entonces… ¿que es lo que nos indica la brújula?.

Para entender que nos está indicando la brújula, hagamos antes un pequeño repaso de física y los experimentos del colegio con imanes y limaduras de hierro .

En un imán, el campo magnético se extiende desde un polo a otro formando lo que llamamos lineas de campo magnético. Esto se visualiza fácilmente espolvoreando limaduras de hierro sobre un imán. Podríamos decir que la dirección de estas lineas de fuerza magnética van del modo mas recto posible de un polo a otro del imán, siguiendo la curvatura del campo. ¿Sí?.

El planeta tierra posee una campo magnético propio, es como un gigantesco imán, con dos polos magnéticos, el Polo Magnético Norte y el Polo Magnético Sur, y las líneas de fuerza magnética extendiéndose desde un polo a otro del modo mas recto posible, siguiendo la curvatura del campo magnético. ¿Sí?

Pues no. En realidad las lineas de fuerza magnética no se extienden del modo mas recto posible desde un polo a otro. No siempre. A menudo se desvían y en ocasiones se desvían mucho. Es lo que se conoce como distorsión magnética.

La brújula es un instrumento muy sensible, y su aguja se alinea siempre con la dirección de las líneas de fuerza magnética que se extienden entre ambos polos. Si el campo magnético está distorsionado, las lineas de campo estarán desviadas de su dirección y no apuntarán a los polos. Puesto que la aguja de la brújula se alinea siempre con las lineas de fuerza magnética, la brújula reproducirá esa desviación y no apuntará correctamente al Polo Magnético.

Distorsionar el campo magnético es mas fácil de lo que suponemos. Aparatos eléctricos, estructuras metálicas, pequeños imanes.. Es suficiente acercar algo ferroso, como por ejemplo la navaja, a la brújula para apreciar como su aguja se desvía. Con ese pequeño gesto hemos distorsionado el campo magnético en las inmediaciones de la brújula. Y si el campo magnético se distorsiona, la indicación de la brújula será errónea. Debemos tener esto siempre presente cada vez que vayamos a emplear la brújula.

• limbo móvil o limbo fijo
• electrónicas
• para topografía
• para marcha
• para mapas
• de pulsera
• náuticas
• etc..

Estas por ejemplo son dos modelos de brújulas de precisión, de los fabricantes Suunto y Silva, para trabajos topográficos:

Y esta es una típica brújula de marcha, del fabricante K&R, con caja protectora y espejo para tomar acimuts:

A continuación otra brújula de marcha, mas sencilla, con la caja completamente transparente para poder trabajar también sobre mapas:

La brújula anterior en posición de tomar acimuts, con la aliada correctamente desplegada y la lupa para ver la escala de grados:

Y esta es una brújula de caja transparente ya para trabajar en mapas. No incorpora aliada ni espejo para tomar acimuts: